Todo invitaba a pensar que, tras la pandemia, saldríamos socialmente estimulados. Pero no ha sido así. 

No sé cómo lo ves tú, pero yo tengo la oscura sensación de que esto que llaman «nueva normalidad» es en realidad un estado limitante en el que la soledad ha reemplazado al miedo. 

Me explico. 

Ya no hay aforos reducidos, estadios sin público ni pupitres separados. La distancia de seguridad suena a cosa del pasado, pero seguimos desunidos, desesperanzados y tecnológicamente confinados. 

Hemos salido de una era complicada para los abrazos y los encuentros, pero eso ya pasó y el hábito permanece. Además, la hiperconectividad no ayuda, porque bajo la ilusión artificial de las experiencias compartidas a distancia, las redes sociales no consiguen compensar la falta de cercanía.

La pandemia ha dado voz a otra enfermedad más silenciosa que hoy nos acompaña: la soledad.  

La soledad es la nueva pandemia

Mira a tu alrededor.

La sombra de otra epidemia se apodera de los adolescentes que esperan al autobús en silencio, cabizbajos y sin mirarse, contando los likes de la última foto que subieron a Instagram. 

Hay niños que no han llegado a soplar las tres velas y que pasean sentados en sus carritos, sosteniendo con sus pequeñas manos el móvil de mamá, que reproduce en bucle una lista de vídeos con colores chillones y música capaz de taladrarte el cerebro. 

Míralos bien porque son el futuro. 

Los ojos como platos, esa envoltura aún de bebé y tan lejos del mundo que pisan, absorbidos por otro universo que llamamos digital. 

¿Nadie más ve esta huella oscura que se ha instalado entre nosotros?

El aislamiento por elección es la nueva pandemia y ha reemplazado al miedo. 

Pero afrontar la soledad es algo que depende solo de nosotros, y por esta razón creo que merece la pena que dediquemos unos minutos a reflexionar sobre el tema. 

Silencia el móvil, mira hacia dentro y piénsalo. 

¿Te sientes solo? ¿Se sienten solos tus familiares?

Aún estás a tiempo para superar la soledad emocional. 

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7 pautas para afrontar la soledad

Cada peldaño que se asciende en la escalera de la soledad supone una pérdida. Y no importa la edad que tengas, porque la necesidad de dejar de sentirse solo puede darse en niños, jóvenes, adultos y ancianos. 

La soledad no es un concepto impreciso: es hiriente cuando no la elegimos desde el corazón. 

Sin embargo, puede superarse si tomas algunas acciones: 

1. Reconoce el sentimiento de soledad y compártelo

Darte cuenta de que te sientes solo y quieres cambiar es el primer paso para combatir la soledad. Háblalo con tus amigos y con tu familia e intenta encontrar el motivo que te hace infeliz. Puede que tengas una razón muy clara porque acabas de sufrir una pérdida importante, por ejemplo. O puede que necesites reflexionar sobre lo que te viene sucediendo.

2. No dejes que la tecnología te domine

Para combatir la soledad es esencial que no sufras dependencia tecnológica. ¿Es posible que las redes sociales te estén dando una falsa sensación de cercanía? Piénsalo. Intenta controlar el tiempo diario que pasas usando el teléfono o el ordenador y marca tus propios horarios.

3. Dedica un tiempo cada semana a compartir

Tras la pandemia nos hemos acostumbrado a salir menos. Ahora compramos en Amazon, ligamos en Tinder, hablamos por WhatsApp y le preguntamos todo a Google. Y aunque sé que cambiar los hábitos no es nada fácil, para afrontar la soledad es esencial compartir en primera persona. Pon en tu lista de prioridades la importancia de salir y dedicar un tiempo plenamente consciente a tu familia y amigos cada semana.

4. Únete a una asociación o un club deportivo

Seguro que tienes algunos hobbies y cosas que te motivan. Puede que te guste el baloncesto, jugar al billar, montar en bici o hacer senderismo. No importa el «qué», si no el «con quién». Esta es una excelente manera de hacer nuevos amigos y de reunirte regularmente con personas que comparten tus mismos intereses.

5. Trabaja como voluntario

Realizar una tarea de voluntariado te ayudará a conocer nuevas personas, a sentirte útil y a superar la soledad trabajando por una buena causa. Puedes contactar con alguna ONG de tu ciudad y participar visitando a mayores en un centro, colaborando con un comedor social o en un refugio de animales, por ejemplo.

6. Contra la soledad, cuídate

Puede que la soledad haya provocado que te abandones más de la cuenta. Empieza por incorporar pequeños hábitos saludables a tu día a día, como comer sano, hacer meditación, tomar un poco el sol o practicar algo de ejercicio. Todo esto está estrechamente relacionado con la salud emocional, así que merece la pena que lo tengas en cuenta.

7. No juzgues lo que sientes

Muchas veces, el juicio que hacemos sobre nuestros propios sentimientos nos genera mayor malestar. Pero la soledad es pasajera. Acepta lo que te sucede: no tienes por qué sentirte menos solo inmediatamente. De hecho, cada una de las pautas para superar la soledad que te he dado necesitan ser integradas poco a poco.

Date tiempo.

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